miércoles, 16 de junio de 2010

El espacio digital

Foto: Arte=Jorge

Lo digital describe a toda la tecnología electrónica que procesa, almacena y genera información a través de un código de sistema binario (0 y 1). La más pequeña parte de información dentro de una computadora es un bit y significa un valor: cero o uno.

En la mayoría de sistemas computarizados 8 bits son igual a 1 byte y así sucesivamente hasta conformar grandes sistemas de almacenamiento y procesamiento de datos que se visualizan a través del monitor de una computadora.

En este sentido, los medios digitales son todos aquellos que almacenan la información (imágenes, sonidos, textos, etc.) en mecanismos de sistema binario. Una cámara digital, un impresor digital, un escáner u otros dispositivos de este tipo son de los que se vale el artista digital. Por lo tanto es el aprovechamiento del medio cotidiano para producir arte lo que mueve a muchos a expresarse por los medios digitales.

Ver un teléfono celular con tecnología digital que incluye cámara fotográfica y otros dispositivos en cualquier zona rural del mundo ya no es extraño. Y es que las nuevas tecnologías han acortado la distancia de muchas formas y establecen un mundo paralelo. Cada dispositivo digital es una interfase y cada uno de estos dispositivos, de distintos creadores, muestran lo mismo de diferentes maneras.

Uno de los aspectos más relevantes y que ponen una gran interrogante dentro del mundo del arte es el soporte del arte digital, el cual todavía no tiene límites y muchos de ellos existen nada más en la virtualidad. Y es que la virtualidad no
está desapegada de nuestra existencia como seres humanos. ¿Cuántos no viven de los recuerdos, del dolor o de la mentira?

La interacción entre el ordenador y nosotros visualiza a través de un monitor una sola realidad: El espacio virtual. Ésta es tal vez una de las razones más contundentes dentro del arte que ahora es posible visualizar de manera dinámica e interactiva, eso sí, “con restricciones en un mundo que no las tiene” (Levi Vasquez, 2005).

¿Estaremos lejos? o ¿estaremos dormidos? Creo que las respuestas a estas interrogantes se encuentra en la experimentación artística de todos aquellos que quieren “abrir brecha” y, sobre todo, dar un salto virtual-real que visualice el futuro.

El arte digital está atento a ver lo que no se ha visto y a experimentar lo que no se ha experimentado. Y esto, adhiere un clima de expectación que enfrenta realidades que para muy pocos son “comprensibles” y para otros (en gran parte), desde absurdas hasta innecesarias. Y es que la ignorancia se transforma en temor y prepotencia, imponiendo un monstruoso atraso al desarrollo intelectual y cultural. Y para todos aquellos que no comprenden este fenómeno, no es que les llevemos la contraria, sino que nos estamos adelantando.

La ignorancia acompañada de la prepotencia genera la siguiente premisa: “lo que no se entiende…no sirve”. Y esto acompaña a una serie de problemas que radican en los estereotipos del artista en general. Los medios de comunicación digital permiten, debido a su libertad, tener un mundo que radica en dos realidades diferentes: la natural y la virtual.

Las plataformas de trabajo de los medios digitales, nos muestran un mundo virtual en el cual, como menciona el artista cubano Ángel Alonso: “Creamos música sin la utilización de instrumentos musicales, ‘pintamos’ imágenes sin mancharnos las manos de óleo, y también hacemos esculturas mediante los programas de tres dimensiones sin la necesidad de tallar pesadas piedras. Incluso la fotografía, abandona lo que Roland Barthes afirmaba designándola como la prueba de ‘haber estado allí’”(1) perdiendo su confiabilidad de documento.

Con base en estos planteamientos que se dan de manera natural en el Arte digital, los artistas digitales tratan de buscar todos los espacios necesarios para poder desarrollar sus ideas en el mundo real aprovechándose del mundo virtual.

Navegar dentro del mundo virtual permite rehacer y deshacer (do y undo) hasta encontrar una leve satisfacción en una infinidad de sentidos como lo muestra la obra “Love Story” de Eduardo Chang en donde los nuevos medios de comunicación permiten establecer una conexión real en el mundo de las relaciones humanas, o la obra de Darmanov, que muestra la interacción que ocurre con la tecnología actual en un mundo de ciencia ficción.

Diseñadores, arquitectos o comunicadores incurriendo en las artes visuales es algo natural en este mundo digital, ya que la necesidad de expresión es inherente en estas disciplinas tan variadas y ricas en experimentación. Y sobre todo tienen el conocimiento de “la técnica” sobre la visualización de ideas en un mundo meramente digital.

Hoy en día por confiabilidad acerca de los procesos creativos y técnicos utilizados para realizar una obra de arte digital, es importante mostrar los procesos de creación. La experimentación de los medios más apropiados para plasmarse refiriéndose con esto a softwares, dispositivos digitales y otros.

El manejo del mundo material-real, y sobre todo experimental de los artistas, ha llevado a los mismos a expresarse a través de materiales orgánicos y sintéticos a diferentes dimensiones y escalas. La Arquitectura como una de las formas de expresión más contundentes, ha permitido mezclar materiales en perfecta armonía y sostienen la vida de cada uno de nosotros. En la era digital, la virtualidad permite ‘tirar todo a la basura’ crear seres mutantes, registrar el movimiento en un ‘barrido digital’ y crear espacios que se permiten existir en la acuciosidad de los artistas digitales.

German Hernández
Clic. año 2005

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