lunes, 10 de agosto de 2009

Frescos de Bonampak


En algunas culturas prehispánicas, en el caso de los mayas, pintaban murales para representar sus rituales y su historia. En 1946 se descubrieron estos frescos de Bonampak, conservados bajo una capa calcificada, cerca del río Lacanhá, en el Estado de Chiapas. Esta pintura narra la historia de la última dinastía de Bonamàk.

Aunque los restos que han llegado hasta nosotros son muy escasos. la pintura mural del período clásico maya alcanzó una gran perfección técnica y una gran calidad artística, logrando un difícil equilibrio entre el naturalismo de los diseño y la gravedad impuesta por el convencionalismo de los temas.

Utilizaron tintas planas carentes de perspectiva los murales mayas supieron crear la ilusión del espacio. primero trazaban el dibujo en rojo diluido sobre una capa de estuco, después se pintaba el fondo quedando las figuras en blando y posteriormente se iban rellenando los diferentes espacios con sus respectivos colores. Para sugerir la perspectiva y el volumen recurrían al fileteado de las figuras, la yuxtaposición de colores y la distribución de los motivos en diversos registros de bandas horizontales.

Los murales más importante que se conservan son los de sitio de Bonampak (Chiapas). Las pinturas ocupan la totalidad de las paredes de dos habitaciones de un edificio (790 D.C.). relatan acontecimientos bélicos que incluyen las ceremonias preliminares a la batalla (cuarto I), la batalla (cuarto II) y el sacrificio final (cuarto III). Existen fragmentos de antiguas pinturas en Uaxactún, Palenque, Cobá y Chiché Itzá.


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